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¿Qué es iva devengado?

El impuesto sobre el valor añadido (IVA) es un impuesto de naturaleza indirecta que grava el consumo.

El IVA devengado representa aquel que una empresa o profesional genera al vender bienes o prestar servicios.

En esencia, es el IVA que la empresa está obligada a cobrar a sus clientes y, posteriormente, entregar al Estado, actuando de intermediario entre el consumidor final y la Agencia Tributaria.

Funcionamiento del IVA devengado

Para comprender cómo se genera y qué implicaciones tiene el IVA devengado, es importante resaltar su mecánica dentro del ciclo de venta y facturación de una empresa:

  • Cuando una empresa vende un producto o presta un servicio, emite una factura que incluye el importe neto de la operación y el porcentaje de IVA aplicable según la legislación vigente.
  • Este IVA que la empresa cobra a su cliente es el que se considera devengado, ya que la empresa deberá ingresarlo en el Tesoro Público.
  • El IVA devengado se contabiliza en el momento en que se realiza la operación, independientemente de si el pago es al contado o a crédito.

Diferencia entre IVA devengado e IVA deducible

Es crucial distinguir entre IVA devengado e IVA deducible. Mientras que el IVA devengado es el que la empresa recibe de sus clientes, el IVA deducible es aquel que la empresa paga a sus proveedores al adquirir bienes o servicios necesarios para su actividad.

La diferencia entre ambos determina la cantidad de IVA que la empresa tiene que pagar o, en su caso, solicitar como devolución a la Agencia Tributaria. Es lo que se conoce como liquidación del IVA.

Registro y liquidación del IVA devengado

El registro del IVA devengado se debe realizar en los libros contables de la empresa, específicamente en el libro registro de facturas emitidas.

Cada factura emitida con IVA debe quedar debidamente asentada, reflejando el importe neto de la operación, el importe del IVA y el importe total de la factura.

En cuanto a la liquidación, al final del periodo impositivo correspondiente (que puede ser mensual, trimestral o anual, según el régimen fiscal de la empresa), se suman todos los importes de IVA devengado y se confrontan con el total del IVA deducible.

La cifra resultante será el importe que la empresa debe pagar a Hacienda o, si es negativa, el importe que puede solicitar como devolución.

Ejemplos prácticos de IVA devengado

Supongamos que una librería vende libros por un valor de 1.000 euros. Si el tipo impositivo de IVA aplicable es del 10%, entonces deberá cobrar un adicional de 100 euros en concepto de IVA. Este importe, el cual se suma al precio neto, es el IVA devengado, que la librería deberá ingresar en la próxima liquidación del impuesto.

Consideremos ahora una empresa de servicios de informática que ha ofrecido servicios de consultoría por valor de 5.000 euros. El IVA aplicable en este caso es del 21%, lo que añade 1.050 euros al monto total de la factura. Ese importe de 1.050 euros es el IVA devengado por la empresa, que tendrá que ser declarado y pagado a la Agencia Tributaria.

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