¿Qué es deficit?

El déficit ocurre cuando la cantidad de dinero que sale es mayor que la que entra. Es decir, es la diferencia negativa entre los ingresos y los gastos.

En el ámbito de las finanzas públicas, hablamos de déficit presupuestario o fiscal. En el entorno empresarial, nos referimos al déficit financiero o de caja.

El déficit es un indicador para entender la salud financiera y la sostenibilidad de las políticas económicas de un ente.

Tipos de déficit

Existen diferentes tipos de déficits que se analizan en función del contexto:

  • Déficit presupuestario: Ocurre cuando los ingresos del gobierno (principalmente impuestos) son inferiores a sus gastos (como inversiones públicas, salud, educación).
  • Déficit comercial: Se da cuando las importaciones de un país superan a sus exportaciones.
  • Déficit de caja: En una empresa, sucede cuando los desembolsos de efectivo exceden los ingresos en efectivo durante un período específico.

Causas del déficit

Diversos factores pueden llevar a una situación de déficit, entre ellos:

  • Gastos excesivos o mal gestionados.
  • Disminución de ingresos debido a una recesión económica o a políticas de reducción de impuestos sin ajustes proporcionales en el gasto.
  • Inversiones significativas sin haber asegurado fuentes de financiación adecuadas.
  • Fluctuaciones en el mercado que afecten a las exportaciones y al comercio internacional.

Consecuencias del déficit

El déficit puede tener varias consecuencias, tanto a corto como a largo plazo:

  • Aumento de la deuda pública o empresarial.
  • Puede llevar a recortes en gastos sociales o inversiones.
  • Podría causar una subida en las tasas de interés si el endeudamiento es la vía para cubrir el déficit.
  • Desconfianza por parte de inversores y mercados financieros.

Medidas para reducir el déficit

Para contrarrestar el déficit se pueden tomar diferentes medidas, por ejemplo:

  • Incremento de impuestos para aumentar los ingresos del Estado o de la empresa.
  • Reducción de gastos y optimización de la gestión de recursos.
  • Reestructuración de las deudas existentes para mejorar los plazos o las tasas de interés.
  • Promoción de políticas que favorezcan el crecimiento económico y, con ello, un incremento en la base imponible y en los ingresos por impuestos.

Ejemplo práctico de déficit en el ámbito público

Imaginemos que nuestro país ha presupuestado para el año 10.000 millones de euros en ingresos por impuestos y otros conceptos, pero se enfrenta a gastos por 12.000 millones de euros, teniendo en cuenta partidas como sanidad, educación e infraestructuras. Esto significa que existe un déficit presupuestario de 2.000 millones de euros. Para cubrirlo, quizá el Estado tenga que emitir deuda pública o realizar ajustes fiscales.

Ejemplo práctico de déficit en el ámbito empresarial

Por otro lado, si analizamos una empresa que ha tenido unos ingresos por ventas de 500.000 euros y unos gastos operativos y de inversión de 600.000 euros en el mismo periodo, estamos ante un déficit de 100.000 euros en su flujo de caja. La empresa deberá buscar financiación externa, como un préstamo, o tomar medidas para reducir costos y aumentar ingresos.

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