¿Qué es la doble imposición? Soluciones para mitigarla
La globalización y la movilidad laboral han permitido que cada vez más personas trabajen y residan en diferentes países. Sin embargo, esta libertad puede traer consigo complicaciones fiscales. Cuando dos países reclaman el derecho a gravar los mismos ingresos, surge el riesgo de la llamada «doble imposición». Esto significa que podrías verte obligado a pagar impuestos sobre los mismos ingresos en más de un país, incrementando tu carga fiscal.
Se puede tributar en dos países a la vez y esta situación puede parecer injusta, pero afortunadamente existen mecanismos diseñados para evitar que pagues impuestos dos veces por los mismos ingresos.
La mayoría de los países han implementado medidas para abordar este problema a través de convenios de doble imposición. Estos acuerdos bilaterales están diseñados para evitar que los contribuyentes sean gravados por los mismos ingresos en más de una jurisdicción. Gracias a estos convenios, se establece un marco claro que permite a las personas deducir los impuestos pagados en el extranjero o quedar exentos de pagar impuestos en su país de residencia.
En este artículo, explicaremos en detalle qué son los convenios de doble imposición, cómo funcionan y qué métodos puedes emplear para evitar pagar impuestos dos veces al operar en distintos países.
En este artículo encontrarás
Qué son los convenios de doble imposición
Los convenios de doble imposición son acuerdos internacionales entre dos países cuyo objetivo principal es evitar que una misma persona o empresa pague impuestos dos veces sobre los mismos ingresos. La doble imposición tiene lugar cuando un individuo o entidad tiene obligaciones tributarias en más de un país, ya sea por generar ingresos en ambos o por cumplir con los requisitos de residencia fiscal en más de una jurisdicción.
Estos convenios tienen un papel fundamental en un contexto de creciente globalización, donde muchas personas y empresas realizan actividades internacionales. Los tratados no solo facilitan el cumplimiento de las obligaciones fiscales, sino que también fomentan las inversiones y el intercambio económico entre países al eliminar la incertidumbre tributaria.
Funciones de los convenios de doble imposición
El principal propósito de estos convenios es definir qué país tiene el derecho a gravar determinados ingresos, bienes o actividades. De esta manera, se evitan conflictos fiscales y se previene la doble imposición sobre la misma renta.
En líneas generales, los convenios buscan:
- Evitar la doble imposición: Establecen reglas para que, en casos donde dos países reclaman el derecho de gravar los mismos ingresos, el contribuyente no tenga que pagar impuestos en ambos.
- Regular el derecho de imposición: Los convenios delimitan cuál de los dos países tiene la prioridad para gravar los ingresos según la fuente de los mismos, el tipo de renta (salarios, dividendos, pensiones, etc.) y la residencia fiscal de la persona o empresa.
- Evitar la evasión fiscal: Al tener claras las obligaciones fiscales de cada país, se reduce la posibilidad de que los contribuyentes aprovechen lagunas legales o discrepancias para evadir impuestos. Además, suelen contemplar mecanismos de intercambio de información y colaboración contra el fraude entre los países firmantes.
- Fomentar el intercambio económico: Al eliminar barreras fiscales que podrían disuadir la inversión extranjera, los convenios contribuyen a crear un ambiente de negocios más favorable y seguro.
¿Cómo funcionan los convenios de doble imposición?
El funcionamiento de estos convenios varía según las disposiciones acordadas entre los países, pero en términos generales, existen dos mecanismos principales para evitar la doble imposición:
- Método de exención: En este caso, los ingresos generados en un país están exentos de ser gravados en el país de residencia del contribuyente. Esto significa que el país de residencia renuncia a su derecho a gravar esos ingresos, dejando que únicamente el país donde se generan los mismos aplique impuestos.
- Método de imputación o crédito fiscal: Este método permite que el país de residencia del contribuyente cobre impuestos sobre los ingresos globales, pero ofrece un crédito por los impuestos pagados en el extranjero. Así, se evita el pago doble, ya que el contribuyente puede deducir el importe pagado en el otro país de su obligación fiscal total.
Tipos de rentas cubiertas por los convenios de doble imposición
Los convenios de doble imposición suelen afectar a una amplia variedad de ingresos, entre los que destacan:
- Rentas del trabajo: Sueldos y salarios de trabajadores que residen en un país pero trabajan en otro.
- Rentas de capital: Dividendos, intereses y ganancias patrimoniales obtenidas de inversiones en el extranjero.
- Pensiones: Prestación de jubilación que una persona puede recibir de un país mientras reside en otro.
- Beneficios empresariales: Ingresos generados por una empresa que opera en más de un país.
Tipos de doble imposición
Cuando se habla de doble imposición, no solo nos referimos a la posibilidad de que dos países graven los mismos ingresos, sino que este fenómeno puede dividirse en dos categorías: doble imposición económica y doble imposición jurídica.
Ambos tipos de doble imposición se manifiestan de forma diferente y generan cargas fiscales adicionales para los contribuyentes, pero difieren en cuanto a las personas o entidades afectadas y la forma en que se aplican los impuestos.
Doble imposición jurídica
La doble imposición jurídica es el tipo más comúnmente asociado con la idea de doble imposición. Se produce cuando una misma persona o entidad es gravada en más de un país por un mismo concepto de ingreso. Esto ocurre cuando una persona física o jurídica tiene vínculos fiscales con dos o más países, lo que les da derecho a estos países a gravar los mismos ingresos.
Por ejemplo, una persona puede residir en un país, pero obtener ingresos en otro país debido a su empleo o inversiones. Ambos países podrían reclamar la autoridad para imponer impuestos sobre esos ingresos, lo que lleva a una situación de doble imposición jurídica.
Esta duplicidad fiscal suele corregirse mediante los convenios de doble imposición, que permiten a los contribuyentes evitar pagar impuestos dos veces mediante deducciones o exenciones, según el país y el tipo de renta.
Algunos escenarios comunes en los que se puede dar la doble imposición jurídica son los siguientes:
- Personas con residencia fiscal en un país y fuente de ingresos en otro.
- Empresas multinacionales que operan en varios países.
- Personas que trabajan temporalmente en el extranjero y siguen siendo residentes fiscales en su país de origen.
Doble imposición económica
Por otro lado, la doble imposición económica ocurre cuando dos personas o entidades diferentes son gravadas por el mismo ingreso o beneficio económico. A diferencia de la doble imposición jurídica, en este caso no se trata de que una misma persona pague dos veces impuestos por el mismo concepto, sino que un mismo ingreso es gravado en diferentes sujetos.
Este tipo de doble imposición suele aparecer, por ejemplo, en la distribución de beneficios empresariales. Un caso típico de doble imposición económica ocurre con los dividendos:
- Primero, la empresa paga impuestos sobre sus beneficios antes de distribuir dividendos a los accionistas.
- Luego, cuando los accionistas reciben los dividendos, también se les imponen impuestos sobre esos ingresos, a pesar de que los beneficios empresariales que originaron esos dividendos ya fueron gravados previamente a nivel corporativo.
Este fenómeno puede dar lugar a una tributación excesiva, ya que el mismo ingreso es gravado en diferentes niveles, afectando tanto a las empresas como a los inversores. Para mitigar esta situación, algunos países ofrecen mecanismos como la reducción de impuestos sobre los dividendos o créditos fiscales a los accionistas que ayudan a evitar la doble imposición económica.
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Cómo evitar la doble imposición
Para evitar la doble tributación, los países utilizan dos métodos principales: el método de exención y el método de imputación o crédito fiscal. Estos mecanismos están recogidos en los convenios de doble imposición y ayudan a reducir o eliminar la posibilidad de que se pueda tributar en dos países a la vez.
Método de exención
El método de exención, también conocido como método de reparto, permite que el país de residencia del contribuyente renuncie a gravar los ingresos obtenidos en el extranjero. En otras palabras, las rentas generadas en el país extranjero se excluyen de la base imponible en el país de residencia. Este método actúa sobre la base imponible del impuesto y tiene dos variantes:
- Exención integral: El país de residencia no tiene en cuenta las rentas obtenidas en el extranjero y no las incluye en la base imponible. Esto significa que el contribuyente solo paga impuestos sobre los ingresos obtenidos en su país de residencia.
- Exención con progresividad: Aunque el país de residencia excluye las rentas obtenidas en el extranjero de la base imponible, las toma en cuenta para calcular el tipo impositivo que se aplicará al resto de los ingresos. Así, el tipo impositivo será más alto que en el caso de la exención integral.
El método de exención con progresividad es considerado más adecuado que el de exención integral, ya que refleja de manera más precisa la capacidad contributiva de cada contribuyente. A diferencia del método integral, que simplemente exime de tributación en el país de residencia ciertos ingresos obtenidos en el extranjero, la exención con progresividad permite que las rentas exentas influyan en el cálculo del tipo impositivo aplicable al resto de los ingresos. Esto evita que las rentas restantes se graven a un tipo menor al que correspondería sin la exención. Generalmente, este enfoque es el incorporado en los convenios de doble imposición sobre la renta y el patrimonio.
Ejemplo del método de exención
Imaginemos un ciudadano español que ha generado en un año ingresos totales de 50.000 €, de los cuales 10.000 € provienen de un trabajo realizado en Francia. En Francia, ha pagado un 15% de impuestos sobre esos 10.000 €, es decir, 1.500 €. Ahora, debe declarar esos ingresos también en España.
Según el método de exención integral, España no toma en cuenta los ingresos extranjeros para calcular el impuesto. La renta extranjera (10.000 €) queda exenta y solo se tributa sobre la renta generada en España (40.000 €).
Si el tipo impositivo español es del 25%, el impuesto a pagar sería:
-
- Impuesto en España: 40.000 € x 25% = 10.000 €
- Impuesto en el país extranjero: 10.000 € x 15% = 1.500 €
- Total impuestos: 10.000 € (España) + 1.500 € (Francia) = 11.500 €
Según el método de exención con progresividad, España considera la renta extranjera (10.000 €) solo para calcular el tipo impositivo, pero no la grava directamente. El tipo impositivo se calcula como si la persona hubiera ganado 50.000 € en total.
Para una renta de 50.000 €, el tipo impositivo en España sería del 30%:
-
- Impuesto en España: 40.000 € x 30% = 12.000 €
- Impuesto en el país extranjero: 10.000 € x 15% = 1.500 €
- Total impuestos: 12.000 € (España) + 1.500 € (Francia) = 13.500 €
Método de imputación o crédito fiscal
El método de imputación o crédito fiscal permite que el país de residencia impute o deduzca los impuestos pagados en el extranjero del impuesto que debe pagar el contribuyente en su país de origen. A diferencia del método de exención, este mecanismo actúa sobre la cuota impositiva, no sobre la base imponible.
Existen dos tipos de imputación:
- Imputación integral: El país de residencia deduce el importe total de los impuestos pagados en el extranjero del impuesto nacional.
- Imputación ordinaria: El país de residencia solo deduce una cantidad que no exceda la parte del impuesto nacional que corresponde a las rentas obtenidas en el extranjero.
Ejemplo del método de imputación
Con el mismo ejemplo anterior vamos a ver cómo varía la carga fiscal según el método de imputación:
Según el método de imputación integral, España calcula el impuesto sobre la totalidad de los ingresos (50.000 €) pero permite restar el impuesto pagado en el extranjero.
- Impuesto total en España: 50.000 € x 30% = 15.000 €
- Se deduce el impuesto pagado en Francia: 15.000 € – 1.500 € = 13.500 €
- Total de impuestos: 13.500 €
Según el método de imputación ordinaria, España solo permite deducir hasta el impuesto que habría pagado en España por la renta extranjera.
-
- Impuesto total en España: 50.000 € x 30% = 15.000 €
- El impuesto máximo deducible es el correspondiente a la renta extranjera si se hubiera gravado en España: 10.000 € x 30% = 3.000 €
- Como en Francia pagó solo 1.500 €, deduce esa cantidad completa.
- Impuesto final en España: 15.000 € – 1.500 € = 13.500 €
- Total de impuestos: 13.500 €
Para quienes trabajan con el extranjero y buscan evitar la doble tributación, es fundamental contar con herramientas que faciliten la gestión fiscal. Los diferentes métodos para evitar la doble imposición pueden resultar complejos de aplicar, especialmente cuando se trata de calcular correctamente los impuestos y deducciones tanto en el país de residencia como en el extranjero.
En este sentido, el uso de un software de facturación como Billin puede ser de gran ayuda. Esta herramienta permite gestionar las facturas de manera eficiente, manteniendo un registro claro de los ingresos provenientes del extranjero y aplicando correctamente las deducciones fiscales correspondientes. Además, un software como Billin ayuda a automatizar el cálculo de impuestos, asegurando que se apliquen correctamente los convenios de doble imposición, evitando errores y simplificando la contabilidad. ¡Prueba Billin ahora y olvídate del estrés fiscal!
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