Cargando...Nuestro mercado, cada vez más competitivo, nos obliga a buscar constantemente aquellos detalles que nos ayuden a marcar la diferencia respecto a nuestros competidores.
En este sentido, muchos empresarios creen que la calidad del producto y su precio conforman la única base en la que cimentar su plan de acción, centrando todos sus esfuerzos en la difusión de estos elementos a través de todos los medios que están a su disposición.
Llegados a este punto, cabe aclarar que todas las empresas, y especialmente los comercios, tratan día a día con aquellas personas que conforman su público objetivo, y en una gran parte de los casos de una forma totalmente directa y presencial.
Por tanto, será preciso prestar una especial atención al comportamiento y la actitud que tienes hacia tus clientes, puesto que estos elementos también forman parte de los pilares fundamentales que te ayudarán a alcanzar la consecución de tus objetivos comerciales.
¿En qué medida incluye tu actitud en la imagen de tu comercio?
Aspectos como un trato cordial, la buena educación y el desarrollo de nuestro trabajo teniendo siempre presentes unas adecuadas normas de cortesía, serán decisivos a la hora de que un cliente se decante por nuestros productos o servicios, mientras que un trato serio, inflexible o asociado al empleo de un lenguaje demasiado técnico pueden crear una barrera entre el comprador y tu empresa.
Para que puedas hacerte una idea de la importancia de la importancia de tu actitud en la consolidación y éxito de tu comercio, a continuación, te detallamos algunos puntos clave a poner en práctica y conseguir así que un cliente indeciso te elija como la mejor opción.
En primer lugar, es fundamental la recepción mediante un saludo cordial. Según un estudio publicado recientemente, el 63% del personal que desarrolla sus actividades en un comercio hace saludos poco cordiales, recibiendo a sus clientes con un “hola”, “¿sí?” o, simplemente, con un “¿qué necesita?”.
Frente a este comportamiento un tanto frío y distante, es recomendable que tengas en cuenta que, al hacerlo de una forma adecuada y cercana, no sólo estarás recibiendo a tu cliente como se merece, sino que la sensación de empatía aumenta y, por lo tanto, se empezarán a generar lazos de confianza entre tu interlocutor y tú.
Por otro lado, es muy conveniente hacer ver a tu cliente que muestras una actitud feliz y optimista, ya que esto fortalece, además, la imagen que proyectas hacia el exterior, de tu propio comercio, empresa o marca.
De este modo, el hecho de mantener un trato ameno y cordial no sólo será beneficioso para tus ventas y objetivos comerciales, sino que también contribuirá muy positivamente a la creación de un clima de relajación en el ámbito laboral y a la reducción de la carga de estrés a la que estamos sometidos, en mayor o menor medida, en nuestra vida profesional.
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