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¿Qué es depósitos bancarios?

Los depósitos bancarios suponen la acción de guardar dinero en una cuenta bancaria, bajo la custodia de una entidad financiera.

Estos depósitos pueden ser a la vista, es decir, disponibles para su utilización inmediata, o bien pueden ser a plazo, lo que implica que el dinero se guarda durante un período determinado con unas condiciones de rentabilidad y retirada específicas.

Tipos de depósitos bancarios

Abordamos distintas categorías que nos permiten satisfacer necesidades financieras diversas:

  • Depósitos a la vista: Son aquellos que ofrecen total disponibilidad del dinero. Las cuentas corrientes y de ahorro son ejemplos de depósitos a la vista.
  • Depósitos a plazo fijo: Con estos depósitos comprometemos una cantidad de dinero durante un tiempo acordado a cambio de una rentabilidad determinada. Son ideales para quien busca una inversión segura y sin riesgos de mercado.
  • Certificados de depósito: Son títulos que emiten las entidades financieras, representativos de un depósito a plazo, que pueden ser negociados en el mercado secundario.
  • Depósitos estructurados: Combinan una inversión a plazo fijo con otra referenciada a otros activos, como índices de bolsa o acciones. Su rentabilidad está ligada al comportamiento de estos activos externos.

Características principales de los depósitos bancarios

Al decidir dónde y cómo depositamos nuestro dinero, debemos considerar varios aspectos fundamentales:

  • Seguridad: Los depósitos están protegidos hasta un límite por el Fondo de Garantía de Depósitos, lo que les confiere una alta seguridad.
  • Liquidez: La disponibilidad de fondos varía según el tipo de depósito. Mientras que los depósitos a la vista ofrecen liquidez inmediata, los depósitos a plazo fijo requieren esperar hasta su vencimiento o asumir penalizaciones por cancelación anticipada.
  • Rentabilidad: Algunos depósitos ofrecen intereses que ayudan a obtener rendimientos del capital guardado.
  • Flexibilidad: Existen depósitos que ofrecen la posibilidad de realizar aportaciones y cancelaciones parciales.
  • Costes: Es importante tener en cuenta las posibles comisiones por mantenimiento o gestión de los depósitos.

Ejemplos prácticos de depósitos bancarios

Ejemplo 1: Imaginemos que una empresa decide reservar una cantidad mensual de dinero para cumplir con sus compromisos a largo plazo, como el pago de impuestos anuales. Podría abrir un depósito a plazo fijo a un año con una rentabilidad del 1%, asegurándose así de que ese dinero no solo se mantendrá intacto, sino que además generará intereses.

Ejemplo 2: Un autónomo recibe un ingreso imprevisto y decide colocarlo en un depósito a la vista que le ofrece liquidez inmediata para poder hacer frente a posibles gastos o inversiones sin perder el acceso a ese capital, manteniendo su dinero seguro y disponible en todo momento.

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