¿Qué es préstamo participativo?
Introducción al Préstamo Participativo
Nos encontramos a menudo con diferentes instrumentos financieros destinados a satisfacer las necesidades de las empresas y los negocios. Uno de estos instrumentos es el préstamo participativo, una opción que se caracteriza por su capacidad de adaptación a la situación económica del prestatario y por su consideración en la estructura de capital. En nuestra guía, vamos a desentrañar las principales características, ventajas y situaciones en las que se utiliza este tipo de préstamo, todo ello descrito mediante un lenguaje claro y didáctico.
¿Qué es un Préstamo Participativo?
Un préstamo participativo es un tipo de financiación a largo plazo que se concede a las empresas y que posee ciertas particularidades respecto a los préstamos tradicionales. La principal diferencia radica en que el interés a pagar por parte del prestatario no solo se fija en función de un índice o tipo referencia, sino que también incluye un componente variable en función de la evolución de la actividad económica de la empresa, como puede ser el beneficio neto, las ventas o cualquier otro indicador acordado.
El préstamo participativo es un recurso que ayuda a las empresas a obtener financiación sin diluir la propiedad de los actuales socios o accionistas, ya que no concede derechos políticos ni participación en el capital a quien lo concede. Por otro lado, cuenta con una especial consideración en los balances de las compañías, situándose entre el capital y las deudas comunes, lo que refuerza la estructura patrimonial de la empresa.
Características de los Préstamos Participativos
Los préstamos participativos se rigen por criterios y regulaciones específicas que definen su naturaleza y funcionamiento. Algunas de estas características principales son:
- Flexibilidad en los pagos: La cuota de amortización puede adaptarse según la rentabilidad de la empresa, lo cual brinda un alivio en periodos de menor ingreso.
- Subordinación: En caso de liquidación de la empresa, estos préstamos se sitúan por detrás de los créditos comunes, pero antes del capital social, en cuanto a prioridad de cobro.
- Periodo de carencia: Suelen ofrecer un periodo de carencia al inicio de la vida del préstamo, permitiendo a la empresa centrarse en la inversión y crecimiento sin la presión de devolver inmediatamente el capital.
- Plazos prolongados: Generalmente cuentan con un plazo de devolución más extenso en comparación con los préstamos tradicionales.
- Conversión en capital: En determinadas circunstancias y bajo acuerdos específicos, estos préstamos pueden convertirse en parte del capital de la empresa.
Ventajas del Préstamo Participativo
La elección de un préstamo participativo ofrece diversas ventajas para la empresa que lo recibe:
- Mayor autonomía empresarial: Al no implicar cesión de control, permite mantener la independencia en la toma de decisiones.
- Mejora de la imagen corporativa: Refuerza la solvencia de la empresa frente a terceros al mejorar la estructura patrimonial.
- Flexibilidad financiera: Su adaptabilidad a los resultados de la empresa ayuda a gestionar mejor los recursos.
- Estímulo para la inversión: Al contar con periodos de carencia y amortización flexible, se incentiva la realización de inversiones productivas a largo plazo.
Aspectos Fiscales y Contables
Desde un punto de vista fiscal y contable, el préstamo participativo se considera patrimonio neto a efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades según el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital. Esto es relevante a la hora de calcular los ratios de solvencia y deuda. Además, los intereses abonados por este concepto son deducibles en el Impuesto sobre Sociedades, siempre y cuando se ajusten a los límites y condiciones que la normativa vigente establece.
Ejemplos Prácticos
Para entender mejor cómo funcionan los préstamos participativos, consideremos algunos ejemplos:
Ejemplo 1: Imaginemos que una empresa de tecnología emergente necesita financiación para desarrollar un nuevo producto. Debido a que sus ingresos actuales son irregulares, opta por un préstamo participativo que le permite beneficiarse de un interés variable y un periodo de carencia. Si el producto tiene éxito y las ventas aumentan, el coste del préstamo se incrementará en función de los ingresos, pero si el lanzamiento no resulta tan positivo, los pagos se mantendrán a un nivel que la empresa pueda soportar.
Ejemplo 2: Una compañía del sector de la construcción atraviesa un periodo de baja demanda y recurre a un préstamo participativo para no agotar su liquidez. Gracias a la subordinación del préstamo, puede atender primero a sus obligaciones con proveedores y acreedores, manteniendo así la operatividad del negocio. A medida que el mercado inmobiliario se recuperá, los pagos del préstamo se ajustarán al alza de acuerdo con los mejores resultados financieros de la compañía.
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