¿Qué es Aval?

El aval es un acuerdo en el que se manifiesta a una tercera persona, conocida como avalista, que hace de salvaguardia para cualquier obligación que tenga la persona que contrata el servicio con el acreedor.

¿Cómo funciona un aval bancario?

La función de un aval con un ejemplo es la siguiente:

Jorge va a su banco de confianza y pide un préstamo de 40.000€ para comprar un coche. El banco para garantizar de que Jorge no escape con el coche y no tenga la liquidez para afrontar el pago le pide un aval. Jorge se presenta con su tío Manuel que declara ser el avalista de Jorge.

Mientras Jorge pague la deuda según lo contratado que tiene con el banco, el tío no tendrá que pagar de su bolsillo nada para hacer frente esa deuda.

Características de los prestamos con aval

Las ventajas que tiene un aval bancario son: que la aportación del pacto del aval permite tener una prorroga muy fácil, que la cuantía que es aplazada se va a devengar a un interés legal del 3% o si se demora será de un 3,75% y por último, al dar una prórroga, Hacienda no tendrá el derecho a hacer una contraprestación por las cuantías aplazadas con los créditos que aparecen en la empresa en un futuro.

En cantidades importantes o si se divide el pago en algunos plazos, se podrá poner un aval para cada pago porque haciéndolo se irán liberando los avales conforme se vayan haciendo los pagos.

Los que participan en un aval son:

• El avalado: esta es la persona que necesita el aval. Es una persona que quiere alquilar, comprar bienes, etc., y exige una garantía.
• El avalista: es la persona que avala al beneficiario (arrendador, banco, etc.) que se cumplirá lo pactado.
• El beneficiario de la garantía: es el arrendador, el banco, la administración pública, etc.

El beneficio de exclusión es que al avalista no se le puede exigir nada hasta que el deudor principal agote sus bienes (si la empresa avalada queda en bancarrota o está en concurso de acreedores) a excepción de si el avalista abandona esa ventaja.

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